Acabo de repasar el libro de Ceszlaw Milosz «Mi Europa». Escrito en el 1955 y por tanto a penas acabada la segunda guerra mundial y dejar su servicio diplomático en Estados Unidos en representación de la República Popular Polaca, y por fin, autoexiliado en París. El siguiente poema está escrito todavía en Estados Unidos, 1949.
Tierra
Dulce patria mía europea,
Una mariposa, posándose en tus flores, se mancha las alas con sangre,
La sangre se acumula en las bocas de los tulipanes,
Brilla como una estrella al fondo de las enredaderas
Y deslava los granos de trigo.
Tus gentes se calientan sus manos lívidas
A la lumbre de un cirio prímula,
Y en los campos oyen cómo suena
El viento en el cañón de un arma cargada.
Eres una tierra donde sufrir no es vergonzoso,
Porque aquí te sirven una bebida de amargo líquido
Que esconde en su poso un veneno de siglos.
En tu tarde rota de hojas húmedas,
Sobre las aguas por las que navega
La herrumbre de armaduras hundidas de centuriones,
Al pie de torres destruidas,
A la sombra de un ramal como sombra de una lechuza,
Hay una amapola cubierta por una escarcha de lágrimas.
Washington, 1949