Terrible poema de “El Diario de Djelfa”, Max Aub
9. YA HIEDES, JULIÁN CASTILLO
Ya hiedes, Julián Castillo…
Entre cuatro te sacamos
Seco y sin remedio alguno
Y en un triste carromato
Con veinte estrellas pintadas
Un penco matalón blanco
Te fue cansino y maltrecho
A tirones arrastrando,
Riendas de faetonte moro,
A través del pueblo chato.
Miseria de tierras y cielo,
Paredes, techos trizados,
Aduar hecho fortaleza
Bravura caída en hato,
Pueblo deshecho del tiempo
viéndolo irse en harapos.
………………………
Ya hiedes, Julián Castillo
No moriste, te mataron,
Reviente quien culpa tuvo
De este presidio africano.
Con el moro enterrador
Hacia las puertas nos vamos.
“Mucha, gran miseria”, dice.
Nosotros no contestamos.
El viento sopla furioso,
En fila india, por el barro,
Dice en su marmullo el árabe
Que nos viene custodiando:
“Ha dicho el sepulturero
Que pan os hubiera dado…
No sabía que vinieseis,”
Nosotros no contestamos.
El siroco arranca lágrimas
Cuando volvemos al campo.
Ya hiedes, Julián Castillo,
Pero nada ha terminado.
18-1-42
33. SIMÚN
Viento loco, tierra seca,
boca sedienta, sediento.
Mundo ciego, arena en el cielo.
Polvo, tormenta y tormento.
Vuela y entierra y aúlla
la arena de duna en duna
Tierra que aterra y entierra
en cielo vuelto y revuelto.
2-4-42