Mola en Pamplona, la sublevación


El general Mola llega a Pamplona a mediados de marzo de 1936, enviado por el gobierno de Casares Quiroga, como también había alejado de Madrid a otros generales, Franco a Santa Cruz de Tenerife como Comandante Militar de Canarias y Goded a Baleares con el mismo cargo.

Se incluye textualmente a continuación parte del artículo de Eduardo Fayanás Escuer citado en mi anterior entrada Primer militar asesinado en Pamplona, 1936, con el que se puede conocer mejor la situación habida en Pamplona y en general en Navarra en aquellos años.

“No era un secreto para nadie en Navarra la existencia de un ambiente patriótico religioso muy de extrema derecha desde el mismo surgimiento de la II República. Existía en Navarra un importante movimiento carlista, que desde el inicio republicano, venían conspirando con algunos jefes y oficiales destinado en la guarnición de Pamplona.

Era conocido cómo los Tenientes Coroneles Rada y Utrilla, se dedicaban a instruir militarmente a numerosos contingentes de requetés y otros oficiales, como los capitanes Vicario, Lastra, Barrera Moscoso no cesan de conspirar con otros militares de Estella, Logroño, Burgos y San Sebastián.”

Mola conspiraba para la sublevación militar con los falangistas y carlistas navarros, sin que los militares abandonasen nunca su función directiva. El general Mola no contemplaba la restauración de la Monarquía, sino el restablecer una República autoritaria de derechas, con vestigios liberales.

……….  El gobierno republicano era consciente de que el general Mola mantenía reuniones secretas con otros generales. También tenía presente que Mola podía hacer de la Comandancia militar de Pamplona su centro de operaciones para conspirar contra la República.

Presento a continuación un artículo de Revista de Historia que informa:  «Los conspiradores se reúnen discretamente en un piso de Madrid. El 8 de Marzo hablan, entre otros, los generales Mola, Orgaz, Villegas, Fanjul, Franco,  Saliquet , el coronel Valera y el teniente coronel Valentín Galarza en representación de la UME (Unión Militar Española), facción ultraconservadora del ejército. Allí deciden que es necesario poner en marcha un golpe de fuerza que tumbe al gobierno recién nombrado y que restablezca el orden “en el interior y el prestigio internacional de España”.

Y sigo con Eduardo Fayanás Escuer… «Mola estaba en contacto continuamente con el general Sanjurjo. A través del director del Diario de Navarra, Garcilaso consigue entrevistarse con los carlistas Martínez Berasaín y Baleztena. Llegando a un acuerdo, por lo que Mola ordena traer más de 7.000 fusiles y su munición correspondiente, para así poder armar a los requetés en el momento oportuno para ayudar a la sublevación.»

Capturas del blog de Florentino Areneros  «Sol y Moscas: San Fermín 1936» :

 

Y seguimos con Mola en Pamplona, Eduardo Fayanás Escuer… :

El general Mola necesita asegurarse que la Guardia Civil de Navarra se sumara a la conspiración. Por eso Medel (Ver la entrada citada «Primer militar asesinado..:El día dieciocho de julio por la mañana…».  Allí queda reflejada la actuación y asesinato del Comandante Rodríguez Medel, y el posicionamiento de la Guardia Civil), suponía un fuerte contratiempo, pues era consciente de la fidelidad de éste a la República. Mola consideraba que parte de la Guardia Civil de Navarra se sumaría a su causa, pues su anterior jefe, el teniente coronel Gregorio Muga también estaba en la conspiración y tenía plena información de lo que pasaba en la Comandancia de Pamplona. Era consciente que tanto Medel como el comandante José Martínez Friera y el capitán cajero Ricardo Fresno Urzaiz eran fieles a la República.

Y vuelvo para finalizar con la Revista de Historia«No obstante Mola, desde su destino en Pamplona, continuará con el proyecto, distribuyendo sus “instrucciones reservadas” en las que detallaba una toma “extremadamente violenta” del poder, con el objeto de reducir lo antes posible “al enemigo que es  fuerte y bien organizado”. En Pamplona contactó con el carlismo   y laboriosamente trató de comprometer en el alzamiento a numerosas guarniciones. Sin  embargo no se aseguró del triunfo del levantamiento en importantes plazas, sobre todo en la capital, Madrid, ni en Cataluña y Valencia, lugares, a la postre en los que fracasaría el golpe.  Tampoco logró un apoyo unánime de la Guardia Civil, algo que resultaría clave en el posterior fracaso del golpe.

A principios de Julio, Mola no tenía asegurada la participación de los carlistas, con los que habían surgido diferencias ni tampoco tenía asegurado el de las milicias de Falange, con su líder José Antonio Primo de Rivera en prisión.  Sin embargo el plan continuaba en marcha y el “director” había ya comprometido a numerosas guarniciones que tenían la orden de implantar el estado de guerra en sus demarcaciones, la primera de todas la de África, tal y como sucedió el 17 de julio. Mola, tras apoderarse de Navarra, dirigiría una columna hacia Madrid, en previsión de las dificultades con las que podría encontrarse Fanjul en la capital. Franco, que tomaría el control del ejército de África, cruzaría el estrecho y se dirigiría también hacia la capital.

Franco, sin embargo, no acababa de decidirse y Mola desesperaba en Pamplona, refiriéndose a este como “Miss Canarias 1936”. Solo tras el asesinato del líder de la derecha y exministro de la dictadura José Calvo Sotelo, que también estuvo implicado en los preparativos del golpe, Franco aseguró su participación. Faltaban 4 días para el “alzamiento” del “movimiento nacional”. El futuro Jefe de Estado y dictador, Francisco Franco, tomó un vuelo (el famoso avión Dragón Rapide) desde Canarias hasta Marruecos, financiado a través del diario ABC por el banquero fugado de prisión Juan March,  poniéndose al frente del golpe en África. El día 18 el golpe estallaría en el resto de la península. Su fracaso nos condujo a la triste y desastrosa Guerra Civil. Una serie de funestas casualidades, en forma de accidentes, llevaron a Franco al poder supremo.»

Autor: Luis Pueyo para revistadehistoria.es

Aún me queda mucho que saber…: carlistas, falange, el requeté, los primeros meses…en Pamplona, Navarra.

 

 

 

 


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