El mundo no gana para sobresaltos, sea por las crisis, la pandemia del coronavirus…, ahora por la GUERRA en UCRANIA. En la Wikipedia se titula el artículo como “Invasión rusa de Ucrania” y desde Moscú se la declara como “operación militar especial”.
Efectivamente, estamos hoy 19 de junio en la jornada 85 de guerra y es ya demasiado tiempo para que sigamos sobresaltados, pero no para empezar a ver los efectos de la misma a nivel mundial: hasta se vaticina una gigantesca hambruna en el mundo que afectará en la alimentación de los países más pobres.
Y esto está pasando en el corazón de Europa, entre Europa y Asia, con Rusia como ejecutor directo, arrollado por la respuesta de Occidente-OTAN.
Ya he aludido a esta guerra en Pandemia y guerra; así como a considerarla como una guerra del siglo XX pasado.
Sin embargo, la situación tiene beneficiarios y perdedores; yo me quedo con el dolor que nos muestran las pantallas de televisiones, la destrucción de ciudades…, las noticias aunque sean sesgadas del campo de batalla, pero sobre todo me asustan los malísimos presagios que se nos están imponiendo sobre las consecuencias de este conflicto a lo largo y ancho del mundo entero.
Sólo una foto: destrucción y rendición de la acería de Adovstal en Mariupol.